REPE |
Enero - junio 2025
/ Volumen 7 / No.
13 / ISSN: 2708-7107 / ISSN-L:
2708-7107 / pp. 31 – 43 |
Revista
Peruana de Educación |
Burnout, factores estresantes, demográficos y labores
en docentes de educación primaria y secundaria
Burnout, stressors, demographics and tasks in primary and secondary education teachers
Santiago Resett
resettsantiago@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7337-0617
María
Emilia Oñate
emiliaonate@yahoo.com.ar
https://orcid.org/0000-0003-3277-4011
María
Soledad Menghi
solemenghi@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6941-3482
Universidad
Austral CONICET, Buenos Aires, Argentina
Recibido: 03 de junio
2024 / Arbitrado: 15 de
julio 2024 / Aceptado: 03 de octubre
2024 / Publicado: 05 de enero 2025
RESUMEN
Esta investigación tenía como
objetivo describir el burnout y los factores estresantes en docentes de
educación primaria y secundaria, como predecir los niveles de burnout a partir de variables demográficas y laborales. A partir de una
muestra intencional de 310 docentes de Argentina. Se utilizó el Inventario de
Burnout de Maslach y un cuestionario
sociodemográfico y laboral. Se hallaron niveles altos de realización personal en el trabajo, niveles altos en
despersonalización y medios de agotamiento emocional; el factor más estresante era la falta
de apoyo parental. Se detectó que se predecía
un 9% de la varianza
en realización personal, un 13
% de agotamiento y un 9% de despersonalización. Realización personal se
predecía por los factores estresantes, mayor edad, mayor antigüedad, mayor
burnout- y ser suplente. Agotamiento emocional se predecía por los factores
estresantes, ser mujer, mayor edad y antigüedad. Despersonalización se predecía por los factores
estresantes y ser mujer. Estos resultados destacan
que son variados los factores que predicen las dimensiones del burnout, pero que se debe prestar
atención especial a la falta de apoyo parental,
el ser mujer, mayor antiguedad y a los docentes de mayor edad a la hora de su
prevención.
Palabras clave: Burnout; Factores;
Estrés; Docentes; Educación
ABSTRACT
This research aimed to describe burnout and stressors
in primary and secondary education teachers, as well as predict burnout levels from demographic
and work variables. Based on an intentional sample of 310 teachers from Argentina. The Maslach
Burnout Inventory and a sociodemographic
and work questionnaire were used. High levels of personal fulfillment at work, high levels of
depersonalization and medium
levels of emotional exhaustion were found; The
most stressful factor was the lack
of parental support. It was detected that 9% of the variance was predicted in personal
achievement,
13% in exhaustion and 9% in depersonalization. Personal fulfillment
was predicted by the stressors,
older age, greater seniority, greater burnout,
and being a substitute. Emotional exhaustion was predicted by stressors, being female, older age,
and seniority. Depersonalization
was predicted by stressors and being female. These
results highlight that various factors
predict the dimensions of burnout, but special attention
should be given to the lack of parental support, being female, greater seniority and older teachers when considering prevention efforts.
Keywords: Burnout; Factors; Stress; Teachers; Education
INTRODUCCIÓN
El trabajo es una importante experiencia para la vida y uno de los contextos del
desarrollo más importante de la adultez. En este sentido, la satisfacción con el trabajo
y tener un empleo estable son un importante marcador
psicosocial para evaluar si un adulto está transitando dicha etapa exitosamente
(Arnett, 2004). Más que un modo de ganar la vida, esta actividad brinda
conexión social,
reconocimiento y satisfacción (Blunstein, 2008). De este modo, puede considerarse algo esencial para el
ser humano, siendo una actividad que le permite incrementar su bienestar e incluso le otorga sentido a su vida (Savvides
& Stavrou, 2020). A pesar de esto, el trabajo
también puede generar tensión y conllevar riesgos y malestar tanto físico como
psicológico (Bakker & de Vries, 2021), debido a la presión
laboral, a conflictos en las relaciones, a la burocracia o por la tarea que se
realiza (LePine et al., 2005).
Desde el aspecto psicosocial, una de las consecuencias
negativas que puede emerger del trabajo es el de padecer burnout o síndrome de
quemarse por la actividad laboral (Oñate et al., 2016). Se trata de un proceso
en el que se va perdiendo lentamente, pero de manera
considerable, la implicación y el compromiso en la tarea que se efectúa.
Especialmente sucede en aquellas ocupaciones
o labores de servicio, que requieren un nivel
de contacto elevado
con otras personas
(Luken & Sammons,
2016).
El burnout es producto de la perpetuación del estrés laboral
y es vivenciado con una afectividad predominantemente negativa debido a los
costes nocivos que este implica para sí mismo y para su trabajo. Gradualmente la persona comienza
a perder sus expectativas
positivas con respecto al trabajo y comienza a experimentar que esforzarse por mejorar
o hacer bien su trabajo no tiene sentido (Gil-Monte & Peiró, 1997).
El sentirse quemado por el trabajo, suele desencadenarse
por diversos aspectos, algunos de ellos pueden ser las características
personales del sujeto, las características de su entorno laboral o incluso por situaciones externas
a su labor, por ejemplo, conflictos entre la familia y el trabajo
(Gil- Monte, 2003).
Este síndrome se caracteriza por tres manifestaciones
principales, uno es el agotamiento a nivel emocional, otro es la vivencia de alejarse de los demás, principalmente con quienes
se trabaja, experimentando una actitud negativa hacia ellos, y por último la
persona no siente que se realiza personalmente en su trabajo o no le halla el sentido (Gil-Monte, 2003). Es por eso,
que algunos investigadores indican que las dimensiones centrales del burnout
son el agotamiento físico y emocional, la despersonalización o el cinismo y la
falta de compromiso (Demerouti et al., 2010; Lubbadeh, 2020).
A nivel general, las investigaciones sobre el síndrome de
burnout tienen como unidades de análisis a aquellas personas que se dedican a
la atención de otros. Este tema ha sido recurrente en el
área de las profesiones asistenciales debido a que vivenciar de manera
permanente situaciones de angustia, miedo, malestar o muerte puede traer
consigo la posibilidad de suscitar gradualmente la disfuncionalidad y el deterioro
(Hernández Zamora et al.,
2003).
El burnout y sus secuelas
no terminan cuando
la persona vuelve a su casa y deja el entorno laboral, sino que continúa afectando
los diversos ámbitos
de la vida de la persona. Las consecuencias negativas afectan a la persona
y su calidad de vida ya que hay
una tendencia a aislarse, la comunicación falla y las relaciones interpersonales se vuelven
tensas, razón por la cual la red social, su familia y amigos empieza
a presentar mayores problemas (Gil-Monte, 2007), como también repercuten
sobre la organización laboral. Esto se debe a que el endurecimiento emocional y
las actitudes negativas hacia el otro afectan su vida privada y sobre sus
amigos y familiares (Gil Monte y Peiró, 1997). Por otra parte, una de las grandes consecuencias del síndrome de quemarse
por el trabajo y que lo distingue de otros
cuadros patológicos vinculados al estrés, es que afecta la sensación de realización personal, es decir que va en desmedro del sentido de propósito, de los ideales personales y
de la ilusión por el trabajo (Mussi, 2006).
Otra de las consecuencias negativas
del burnout es la tendencia a experimentar
más enfermedades físicas y mentales (Luken & Sammons, 2016). Algunos estudios han demostrado su correlación positiva con la presión
arterial elevada y problemas
cardiovasculares (von Känel
et al., 2020) también con mayores niveles de depresión y ansiedad (Agyapong et al., 2022; Koutsimani
et al., 2019). Quintero Idárraga y Hernández Calle (2021) encontraron que el
agotamiento emocional es la dimensión del burnout que tiene mayor incidencia
sobre los síntomas depresivos en docentes, advirtiendo que la depresión tiene
una prevalencia elevada entre los educadores. Menghi, Rodriguez y Oñate (2019) analizaron las tres
dimensiones del síndrome de burnout
en dos grupos de docentes
que estaban en actividad laboral en el nivel educativo primario, siendo
que un grupo había experimentado diversos problemas
de salud en los últimos 12 meses y
el otro grupo no refirió experimentar síntomas en ese mismo período de tiempo. El análisis estadístico realizado reveló discrepancias
significativas entre aquellos docentes que habían experimentado problemas de salud versus
aquellos docentes que no
reportaron padecer problemáticas referidas a la salud en el último año.
Específicamente aquellos que informaron mayor sintomatología presentaban
también valores elevados de cansancio a nivel emocional y mayor
despersonalización.
La docencia es una de las profesiones asistenciales más
afectadas por el síndrome de burnout, y uno de los factores que ayudan o
potencian su aparición está relacionado con el ambiente u organización laboral
y con los problemas con sus estudiantes (Byrne, 1991; Dalagasperina &
Monteiro, 2014). Además,
la falta de apoyo social y los conflictos interpersonales han sido
unos de los principales predictores de burnout (Carlotto
& Câmara, 2017).
Por otra parte, en la Argentina la docencia es una profesión que en las
últimas décadas ha sufrido un importante proceso
de precarización laboral, económica y falta de reconocimiento social
(Carrizo, 2012), que podría incrementar los niveles de estrés laboral en una
profesión de por sí demandante. Tabares-Díaz et al. (2020) analizaron
indicadores del ámbito sociolaboral e interpersonal de la tarea docente y
hallaron que los predictores más potentes del síndrome de burnout se vinculaban
a la falta de autonomía, a no tener el suficiente apoyo social percibido y a
las dificultades que pueden emerger del vínculo con los alumnos.
Otros factores negativos que empeoran el clima laboral docente son las
dificultades en los vínculos interpersonales entre pares, la burocracia, los
cambios educativos constantes, la falta de reconocimiento del rol docente por
parte de los padres y de la sociedad, la carencia de la profesionalización
académica de calidad del profesorado (Álvarez-Arregui et al., 2023).
Con respecto al género y la
antigüedad laboral de los educadores, no se ha llegado aún a resultados concluyentes respecto
al estrés crónico.
En algunos estudios (Estrada
Araoz & Gallegos Ramos, 2020; Redondo-Flórez et al. 2020; Teles, Valle & Rodriguez,
2020) las mujeres presentaron mayores niveles
de estrés percibido por burnout y estaban
más agotadas emocionalmente que los hombres. En otras
investigaciones se observó
que los hombres tenían
mayores niveles de despersonalización (Torres-Hernández, 2023) y falta de realización personal, mientras
que las mujeres vivenciaban mayores niveles de
agotamiento
emocional (Grayson & Alvarez, 2008; Purvanova &
Muros, 2010). En cambio,
Prasojo y otros (2020) no hallaron diferencias en las dimensiones del burnout
según el género y la experiencia docente,
aunque aquellos docentes con mayor experiencia mostraban mayores niveles de despersonalización que los
considerados principiantes. En otros estudios
hallaron que los docentes con menos experiencia estaban más agotados emocionalmente que los
más experimentados (Bernhard, 2016; Estrada Araoz & Gallegos Ramos, 2020; Gavish y Friedman, 2010). En
relación con otros aspectos
sociodemográficos, se ha informado
que los
profesores mayores de 40 años experimentaban
niveles de burnout más elevados
que aquellos docentes
de más de 30 años, sobre todo falta de realización
personal y despersonalización (Mousavy & Nimehchisalem, 2014).
En cuanto a la experiencia académica
y su vínculo con el síndrome
de burnout no se han hallado diferencias estadísticamente significativas
(Mesurado & Laudadío, 2019). Mientras que según
el nivel educativo en el que impartían sus clases, los maestros de nivel
primario se manifestaban más agotados emocionalmente que los profesores de
educación secundaria (Estrada Araoz & Gallegos Ramos, 2020), pero estos últimos
tenían mayores niveles de despersonalización que los primeros (Kokkinos, 2006). Sin embargo, en un metaanálisis sobre 45 artículos se observó
que los profesores de nivel secundario presentan un riesgo elevado de padecer burnout
y es uno de los grupos ocupacionales que tiene más bajas o licencias por estrés
laboral (García-Carmona et al., 2019).
En relación con los factores estresantes que afectan a los
docentes, se han identificado diversas áreas de preocupación en investigaciones
previas. En primer lugar, se destaca la realización de horas extras, la falta
de oportunidades para la comunicación con los superiores, los salarios
insuficientes y la ausencia de apoyo por parte de los
superiores al enfrentar desafíos con los padres
de los estudiantes (Posada
Quintero et al., 2019). Asimismo, otros estudios también han señalado factores
estresantes en la enseñanza, tales como la exposición a situaciones de
violencia, la escasa valoración social de la profesión
docente, la falta de
respaldo por parte de los padres, madres y tutores hacia el personal docente,
así como la carga de trabajo excesiva que con frecuencia involucra atender las
necesidades educativas especiales y cumplir con tareas administrativas (Herrera
Herrera et al., 2023).
Se ha observado que las dimensiones del agotamiento
emocional y la despersonalización en los docentes pueden ser atribuidas a
diversos factores estresantes, tales como el entorno laboral, la sobrecarga de
trabajo, la introducción de nuevas tecnologías, la estructura organizativa de
la institución educativa y las interacciones con el entorno estudiantil
(Santa-Cruz-Espinoza et al., 2022). En cuanto a los predictores del agotamiento
emocional docente, se han identificado la insatisfacción laboral y la antigüedad
en el empleo. Por otro lado, los predictores de la despersonalización incluyen la
insatisfacción en el trabajo y problemas en la relación entre el profesor y el
estudiante. Finalmente, en lo que respecta a la realización personal,
se ha encontrado que está relacionada con la satisfacción de los profesores en su vínculo
con los padres y con sus estudiantes (Pedditzi,
2021). Asimismo, en variables asociadas a la vocación
como el compromiso con la educación
y satisfacción con la enseñanza se ha observado un efecto predictor en cuanto
al burnout, siendo que a mayor puntaje en estas variables menor es el valor
observado en el burnout (Torres-Hernández, 2023). Por lo expuesto
anteriormente es que esta investigación intenta responder la siguiente
pregunta: ¿son los factores estresantes mencionados por los docentes
de educación primaria
y secundaria y variable
demográficas predictores de las dimensiones del burnout?
Objetivos
Describir los niveles de burnout y factores estresantes en
docentes de educación primaria y secundaria.
Determinar si los factores estresantes, género, edad,
condición de titularidad, antigüedad y ser docente de nivel primario
o secundario predicen
los puntajes de burnout en docentes de educación primaria y secundaria.
MÉTODO
Diseño
Se trataba de un estudio de tipo cuantitativo, según sus objetivos
es un trabajo descriptivo- correlacional, según la temporalidad es transversal
y según la fuente de la información es de campo.
Muestra
Se conformó una muestra intencional no probabilística de
310 docentes que se desempeñaban en escuelas públicas y privadas de Paraná, Entre
Ríos, Argentina. Todos
ellos firmaron un
consentimiento informado en el que se explicitaba los fines de la
investigación. Un 31% trabajaba en
primaria y en secundaria, un 68% eran mujeres y el resto varones (31%),
con edades entre 25 y 52 años (M =
35.5, SD = 7.3 años). Contaban con siete años de antigüedad en promedio. Un 37% era de condición titular un 63% era suplente. Los criterios de inclusión eran ser docente
de nivel primario o secundario, residir en la ciudad de Paraná, Argentina, ser argentino, tener
entre 22 años y 65, estar trabajando desde docente
con una antigüedad mínima de seis meses y no estar bajo licencia médica.
Instrumentos
Maslach Burnout Inventory (MBI) de Maslach y Jackson (1986). Este instrumento (MBI) es el utilizado con mayor frecuencia para medir el
burnout, independientemente de las características ocupacionales de la muestra
y de su origen. Aquí se
empleó la versión docente que es similar a la original, con la excepción de
algunos cambios de palabras para adaptarlo al ámbito educativo, por ejemplo,
cambiar el término paciente por el de alumno, etc. El MBI
consta de 22 reactivos cuya forma de respuesta es con un escalamiento tipo
Likert de 7 puntos que van desde Nunca (0) a Todos los días (6) según la asiduidad
con la que se experimentan algunos de los sentimientos del burnout. Los
estudios que han analizado factorialmente el
instrumento han hallado que emergen tres factores a los que se denomina
“agotamiento emocional”, “despersonalización” y “realización personal”. El
dominio de agotamiento emocional tiene 9 ítems que describen la sensación de estar
agotado emocionalmente y abrumado por el
trabajo (por ejemplo: “Trabajar con alumnos todos los días es una tensión para
mí”). El dominio despersonalización se compone de 5 ítems que consultan sobre
la falta de sentimientos o la respuesta impersonal hacia los alumnos (por
ejemplo: “Creo que trato a algunos alumnos como si fueran objetos”). Por
último, el dominio de realización personal en el trabajo menciona los
sentimientos de competencia y realización exitosa en el trabajo (por ejemplo:
“Me enfrento muy bien con los problemas que me presentan los pacientes”). Sus
buenas propiedades psicométricas han sido ampliamente documentadas (Byrne, 1993). Aquí se empleará la adaptación al español de
Seisdedos (1997). En el presente estudio
las alfas de Cronbach
fueron .84 para agotamiento emocional, .71 para despersonalización y .79 para
realización personal.
Cuestionario sobre factores estresantes en docentes. Se confeccionó un cuestionario en base a tests anteriores, como el del Cuestionario del Nivel de
Ambiente Escolar (Fraser y Rentoul, 1982; Fisher y
Fraser, 1991), con siete preguntas que se respondían con cinco
alternativas que iban de
no lo son a grandes a partir
de la consigna en qué medida
consideras que las siguientes situaciones con un problema en tu trabajo que se
puntuaron de 1 a 5. Cuando se calculó el Alfa de Cronbach para las ocho preguntas de los problemas, se obtuvo un alfa de .85. La media era 18.65
y el desvío 6.39.
Cuestionario sociodemográfico. Se realizó una serie de preguntas estructuradas para interrogar a los
sujetos evaluados sobre datos sociodemográficos esenciales como género, edad y
algunas relativas a antigüedad en el trabajo, si trabajaba en el nivel primario
o secundario y si era titular o no.
Procedimiento
de recolección
La recolección de datos fue llevada a cabo en formar
presencial. Primeramente, se obtuvo el consentimiento de los directivos de las instituciones educativas. Una vez
obtenido este, los datos se recogieron asegurando el anonimato, la
confidencialidad y la participación voluntaria de los docentes
mediante un consentimiento escrito. Los datos se recogieron en las horas libres
de trabajo y tardaron en completar los cuestionarios alrededor de 25 minutos en promedio.
Análisis
de datos
La información obtenida fue procesada utilizando el Paquete
Estadístico para Ciencias Sociales (Statistical Package for the Social Sciences, SPSS) 25
para Windows. Primero se llevaron a cabo análisis de estadística descriptiva
básica como medias, desvíos típicos, entre otros. Para determinar si determinar
si los factores estresantes, el género, la edad, la antigüedad, nivel primario
o secundario y situación titular o suplente eran predictores del burnout, se
llevaron a cabo regresiones lineales múltiples con dichas variables como
predictores y las dimensiones del burnout como variables dependientes. Con
respecto a la distribución de los datos, para la asimetría, los valores de las preguntas iban de .02 a 3.76, y para la
curtosis iban de .18 a 10.03. Para las regresiones lineales múltiples, los
estadísticos de multicolinealidad eran aceptables, ya que la tolerancia de los predictores se hallaba por encima
de .897 y el VIF (factor
de inflación de la varianza) por debajo de .101
RESULTADOS
En lo relativo
al primer objetivo
de describir los niveles de factores estresantes y de
burnout, en la tabla 1 y 2 se muestran los resultados. Como se muestra en la
tabla 1, el factor estresante de mayor gravedad señalado era falta de apoyo de los padres, mientras el que era
considerado menos grave o “grande” era de agresiones de los alumnos a los docentes.
Tabla
1. Porcentajes de
respuestas a las preguntas sobre factores
estresantes en docentes
Problema |
No lo son |
Pequeños |
Medianos |
Serios |
Grandes |
P1 problemas de indisciplina de los alumnos |
7% |
19% |
37% |
21% |
16% |
P2 agresiones
de los alumnos hacia los docentes |
35% |
31% |
15% |
15% |
4% |
P3 problemas de drogas o alcohol en los alumnos |
35% |
23% |
17% |
15% |
10% |
P4 bullying, agresiones entre los alumnos |
6% |
31% |
34% |
18% |
11% |
P5 falta de apoyo de los padres |
7% |
7% |
30% |
26% |
30% |
P6 falta de
apoyo de los directivos |
54% |
21% |
14% |
16% |
4% |
P7 problemas de comunicación entre los docentes/directivos |
47% |
22% |
18% |
6% |
7% |
P8 otros tipos
de problemas |
37% |
26% |
20% |
0% |
17% |
Tabla 2. Estadísticos descriptivos para
las dimensiones de burnout
|
Mínimo |
Máximo |
M |
SD |
Agotamiento |
.00 |
5.11 |
1.71 |
1.21 |
Realización
Personal |
.75 |
6.00 |
4.95 |
1.00 |
Despersonalización |
.00 |
5.00 |
1.24 |
1.18 |
N = 310 |
Con respecto a los niveles de agotamiento,
un 38% presentaba niveles bajos, un 43% niveles medios y 19%, bajos. Con
respecto a realización personal, un 17% mostraba bajos niveles, un 24% niveles
medios y 59% niveles altos. Con respecto a despersonalización, un 13% mostraba
niveles bajos, un 29%, medios y 58% niveles altos.
En lo relativo al segundo de determinar
si los puntajes de los factores estresantes, el género, la edad, la antigüedad,
nivel primario o secundario y situación titular o suplente eran predictores del burnout, se
llevaron a cabo regresiones lineales múltiples con dichas variables como
predictores y cada una de las dimensiones del burnout como variables
dependientes. El género se categorizó como varón = 0 y mujer = 1, el nivel como
secundario = 1 y primario = 0 y titular = 0 y suplente = 1.
Tabla 3. Predicción de las dimensiones del burnout en
docentes
Dimensiones |
Factores estresantes |
Genero |
Edad |
Antigüedad |
Nivel |
Titularidad |
Realizacion personal |
B= .23 |
ns |
B= .29 |
B= .15 |
ns |
B= .12 |
t=3.80 |
t=3.94 |
t=1.94 |
t=1.86 |
|||
p<001 |
p<001 |
p<05 |
p<07 |
|||
Agotamiento
emocional |
B= .35 |
B= .14 |
B= .15 |
B= .15 |
ns |
ns |
t=5.98 |
t=2.45 |
t=2.12 |
t=1.98 |
|||
p<001 |
p<02 |
p<04 |
p<05 |
|||
Despersonalizacion |
B= .34 |
B= .19 |
ns |
ns |
ns |
ns |
t=5.82 |
t=3.27 |
|||||
p<001 |
p<001 |
Como se ve en la tabla 3, un 9% de la
varianza en realización personal se predecía por los factores estresantes, la
edad –a mayor edad, mayor burnout- , la antigüedad –mayor antigüedad, mayor burnouty la situación (ser suplente se asociaba con mayor
nivel de esta dimensión-. Un 13 % de agotamiento se predecía por los factores
estresantes –mayores niveles, más burnout-, el género –ser mujer-, la edad
–mayor edad- y la antigüedad –mayor antigüedad. Un 9% de despersonalización se
predecía por los factores estresantes –mayores puntajes- y el género –ser
mujer-.
Discusión
El propósito que guió nuestra investigación fue analizar si los factores estresantes percibidos en docentes
de educación primaria y secundaria de la Argentina y distintas variables
demográficas eran predictores del burnout. Para este fin se constituyó una
muestra de 310 docentes,
en la cual un 68% eran mujeres y el resto varones
(31%), con edades entre 25 y 52 años quienes respondieron al Maslach Burnout Inventory (MBI) de Maslach y
Jackson (1986), a un Cuestionario sobre factores estresantes en su trabajo y unas
preguntas sociodemográficas.
En lo referente al primer objetivo
de la presente investigación, el factor estresante de mayor gravedad señalado
era la falta de apoyo por parte de
los progenitores. En el último tiempo muchos docentes señalan este
inconveniente, principalmente debido a la pérdida del valor de la educación que se ha producido en el último
tiempo. Mientras el que era considerado menos grave era de
agresiones de los alumnos a los docentes. Incluso las pocas agresiones que se producen
a los docentes generalmente son de los padres o madres hacia los
docentes. Estos hallazgos pueden cotejarse con una investigación llevada a cabo en
Argentina también, pero en educadores de nivel inicial
y primario (Menghi, 2015), donde se
realizó un análisis de contenido de los estresores más frecuentes vivenciados
por 226 docentes. De dicho análisis emergieron cinco categorías: estresores
relacionados a los problemas con los colegas; a los problemas con los
estudiantes; a problemas con las familias; al descontento con las condiciones
laborales y los estresores propios
del cargo. En este
caso los estresores que mencionaron en mayor medida se agruparon en las categorías
que abordan los problemas con los estudiantes (situaciones de enseñanza
aprendizaje, conflictos y hechos de violencia) el 40 %, problemas con otros
colegas (insultos, maltrato, destrato,
falta de apoyo)
el 29 % y problemas con las familias
de sus alumnos el 16% (poco acompañamiento, situaciones de
violencia y confrontaciones).
La falta de apoyo de los padres y tutores al
profesorado junto a otros factores estresantes también han sido destacados en
otros estudios recientes (Herrera Herrera et al.,
2023). Nuevos hallazgos han detectado que la mejora del clima laboral docente
se relaciona con el vínculo interpersonal entre pares,
mientras que la burocracia
que intensifica la labor, los cambios educativos constantes provenientes de
decisiones gubernamentales, la falta de reconocimiento del rol docente por
parte de los padres y de la sociedad, la carencia de la profesionalización
académica de calidad del profesorado, son aspectos negativos que empeoran el clima de trabajo (Álvarez-Arregui et al., 2023).
Con respecto a determinar los niveles de
burnout en los docentes, en función a los niveles
de agotamiento, un 38% presentaba niveles bajos, un 43% niveles medios y
19%, altos. Con respecto a realización personal, un 17% mostraba bajos niveles, un 24% niveles
medios y 59% niveles altos. Con relación a despersonalización,
un 13% mostraba niveles bajos, un 29%, medios y 58% niveles altos.
Llamativamente, lo más frecuente era niveles medios de agotamientos, altos
de despersonalización y altos también de satisfacción. Esto implica que para
los docentes el trabajo en la escuela genera un gran desgaste, pero también una
gran satisfacción o, a pesar de los problemas, los docentes mantienen su vocación. Que los niveles
de despersonalización sean
elevados en la actualidad puede deberse a las precarias condiciones del trabajo
docente, como bajos salarios, precarización laboral, falta de capacitación docente, estrategias de afrontamiento al estrés inadecuadas, entre
otros. Muchos estudios señalan que la docencia es considerada como una de las
profesiones más estresantes en varias culturas y países. En el Reino Unido, la
enseñanza fue una de las 26 ocupaciones más
estresantes (Johnson et al., 2005).
En Finlandia, los docentes
experimentaron estrés y agotamiento con mayor frecuencia (12 %) que en otras
profesiones (8 %) (Kauppinen et al., 2020). Los
docentes también sufrieron el nivel más alto de agotamiento en comparación con otros trabajadores en los servicios humanos
y trabajos administrativos (Kalimo
et al., 2003).
En una investigación realizada por Menghi (2015) en docentes argentinos, se observó que
aquellos docentes con mayor antigüedad eran quienes vivenciaban niveles más
elevados de cansancio emocional a la vez que utilizaban peores estrategias de
afrontamiento para lidiar con las situaciones
estresantes. En otras
palabras, a medida que pasan los años en el ejercicio docente
hacen uso de estrategias de afrontamiento
poco saludables, lo que nos lleva a pensar en la perpetuación y progresión del
burnout a través del tiempo si la forma de combatir el estrés ante situaciones
laborales complejas no es bien capitalizada. Además, en el estudio mencionado,
tampoco hallaron diferencias significativas en función de la antigüedad para la
dimensión de realización personal.
Con respecto a la predicción de las distintas
dimensiones del burnout se predecía una varianza mediana para cada una de las
dimensiones, pero a partir de distintos predictores: realización personal se predecía
por los factores
estresantes, mayor edad, mayor antigüedad, mayor burnout- y
ser suplente. Agotamiento emocional se predecía por los factores estresantes, ser mujer, mayor
edad y mayor antigüedad. Despersonalización se predecía por los factores
estresantes y ser mujer. No obstante, en todos los casos los factores
estresantes y ser mujer eran predictores para el burnout. Estos resultados están en línea con los de Tabares-Díaz et al. (2020) que
los predictores más potentes del síndrome de burnout se vinculaban a la falta
de autonomía, a no tener el suficiente apoyo social percibido y a las
dificultades que pueden
emerger del vínculo
con los alumnos.
Algunos estudios señalan que las mujeres
presentan mayor nivel de este síndrome (Estrada Araoz & Gallegos Ramos, 2020; Redondo-Flórez et al. 2020; Teles, Valle & Rodriguez,
2020), pero en otras investigaciones se observó que los hombres tenían mayores
niveles de despersonalización (Torres-Hernández, 2023) y falta de realización
personal (Grayson & Alvarez, 2008; Purvanova, & Muros,
2010). Sin embargo,
los estudios en general
coinciden que las mujeres muestran
mayor nivel de agotamiento emocional. Esto también
puede explicarse advirtiendo que estudios previos han corroborado que los
docentes presentan mayores niveles de desregulación emocional, pero sucede más
entre las mujeres que entre los hombres, hallando una diferencia
estadísticamente significativa entre ambos
grupos (Fuentes-Vilugrón et
al., 2022).
Este trabajo tiene una serie de limitaciones
que deben ser mencionadas. En primer
lugar, la muestra fue recolectada en forma
no aleatoria, por lo cual los
resultados no son generalizables a toda la población.
Por otra parte, se trataba de una muestra no muy grande en tamaño, con menor
cantidad de varones. Por lo tanto, los resultados no son generalizables a toda la población. Otra limitación es que se trató de un estudio que realizó únicamente una
sola medición en el tiempo, motivo por el cual no se puede apreciar si el fenómeno
se modifica a través del tiempo, como tampoco se puede captar la
direccionalidad de las variables con el fin de establecer cuál es la causa y
cuál la consecuencia; por ejemplo, son los conflictos con los progenitores de los alumnos los que
afectan el burnout o este síndrome incrementa la percepción de conflictiva con
ellos. Además, se utilizó el autoinforme para recabar los datos, el cual
presenta reconocidas limitaciones, como el ocultar información, dar respuestas extremas, brindar respuestas socialmente deseables, entre otras,
principalmente en una variable como el burnout. Finalmente, el hecho de que
las variables estudiadas se hayan medido utilizando una misma forma
de recolección de datos
hace que las correlaciones entre variables se eleven
de manera artificial.
Futuros estudios deberían
trabajar con muestras recogidas en forma aleatoria con
el fin de poder generalizar los resultados. Se deberían usar otras técnicas
para recoger los datos, además del autoinforme, como otros informantes que
aporten datos de los participantes, como directivos, alumnos u otro personal de la escuela.
Sería relevante que se
llevan a cabo estudios longitudinales para determinar la estabilidad del
burnout, como para inferir, por ejemplo, si los factores estresantes son los
que generan el burnout o este síndrome el que conlleva a percibir más factores
estresantes. Asimismo, se deberían
incorporar otras variables de relevancia a este respecto, como rasgos de personalidad,
estilos de afrontamiento, motivación laboral, clima institucional, entre otras.
Por otra parte, también se debería examinar esta problemática en docentes de
educación tanto primaria, secundaria y universitaria con el fin de observar
también si el empleo de la teleducación para dictar clases es un factor que
introduce diferencias en el burnout o no, ya que en la actualidad el estrés
generado por las nuevas tecnologías también está identificado como un factor
relevante a este respecto.
CONCLUSIONES
Esta investigación concluye que la actividad
docente, aunque estresante, conserva la satisfacción de dicha población. La falta
de colaboración por parte de los progenitores es el factor
más estresante. Se predice
una varianza de tamaño mediano para la realización personal, el agotamiento y la despersonalización
a partir de diferentes paredictores demográficos y de
las condiciones laborales. Finalmente,
se debería trabajar en la pronta identificación y prevención del burnout en
esta población, principalmente a los costos psicosociales y económicos que
genera, no solamente en los docentes, sino para toda la comunidad. En este
sentido, los resultados del presente trabajo señalan
que los factores
estresantes, fundamentalmente la falta de apoyo parental, son un predictor significativo de los
niveles de burnout en docentes. Aunque se detectó niveles elevados se
satisfacción laboral, también se encontró que existen diversos factores
estresantes del ambiente escolar que afectan al incremento del burnout. Esto resalta la importancia de abordar dichos factores en las políticas educativas y de gestión
para mitigar el impacto del estrés
en el bienestar y la tarea docente, principalmente en docentes de
género mujer y llevan trabajando mayor cantidad de años mediante estrategias de apoyo que tengan
en cuenta estos perfiles al diseñar
estrategias de acción
para detectar prontamente los
síntomas de este síndrome.
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